domingo, 17 de junio de 2012

I like it




•  El chocolate. En todas sus formas y colores.

Dormir acurrucada, como si la infancia no se hubiera ido.

El tacto de las sábanas recién lavadas en mis pies.

Que me acaricien el pelo sin que yo lo pida.

Sonreír cuando saludo. 

Que me sonrían.

Llorar inconsolablemente y, tres segundos más tarde, echarme a reír.

Abrirme una cerveza después y fumar mirando al vacío desde el balcón, como si fuera la protagonista de una tragedia griega que bebe cerveza y fuma, porque en mis tragedias los anacronismos no existen.

Imaginar que vivo en algún lugar remoto y que todas las mañanas me despierta el olor a café recién hecho.

Imaginar que esa misma mañana, un poco más tarde, abro la puerta de casa y la nieve llega hasta el portal entonces no puedo ir a trabajar y me paso toda la mañana en pijama con una taza de café calentándome las manos.

Que me despierte la luz del sol y no el sonido del móvil.

El olor de la vainilla que llevan las natillas de mi madre.

Creer que algún día seré la dueña de un bar al que vendrán todos mis amigos y yo les serviré cervezas muy frías. 

Pasear en bicicleta por ciudades desconocidas mientras escucho música y me imagino que vivo allí.

Las películas de Capra. Cualquiera de ellas, pero sobre todo Vive como quieras.

Imaginar que soy la protagonista de Qué bello es vivir y James Stewart me acompaña a mi casa entonando canciones cursis y me dice que me regala la luna, entonces yo le digo que la acepto y así nos pasamos diez minutos diciendo chorradas de lo más ridículo hasta que un vecino gordo y feo le grita que se deje de rollos y que me bese.

Viajar a cualquier sitio para escapar de la realidad.

El olor del pan recién hecho.

Besar. En todas sus formas y modalidades. 

Que me besen.

Pasarme diez minutos embobada mirando la estantería de mi salón repleta de libros sin decidirme a coger ninguno.

La gente que sonríe con los ojos antes que con la boca.

Las mañanas de los sábados en las que no hay nada que hacer.

Escribir listas como esta para sacudirme la tristeza.

1 comentario:

Yolanda dijo...

* Que me rasquen la espalda.
* Que me masajeen la cabeza.
* Que me llamen mis amigos.
* Sentirme feliz y afortunada con mi marido y mi hijo.
* Contemplar la puesta de sol, ahora que anochece tan tarde y el cielo está rojizo, anaranjado, esperando a la luna.
* Recordar entonces esos maravillosos versos de Machado: "El día, no queriendo morir, con garras de oro de los acantilados se prendía..."
* Leer o hacer un crucigrama antes de dormir, en silencio, ¡nada de tele!
* Tomar una cerveza bien fría en una terraza, mejor si es con un bocata de calamares.
* Disfrutar del primer baño marino del año en junio, toda una experiencia, nada que ver con el frío Cantábrico incluso en pleno agosto.
* Dormir desnuda.
* Echarme la siesta, cualquier día, no importa la época.
* Comer palomitas en el cine.
* Preparar un dulce brownie, una ensalada variada, una tarta de queso, unas tortitas con nata, un salmón en escabeche... y compartirlo todo con mi familia y amigos.
* Comer melón, sandía, melocotones, picotas, paraguayas... ahora que están en sazón.
* Tomar un gazpacho bien frío cuando el calor aprieta y el cuerpo necesita reponer líquidos nutritivos.
* ¡Saber que dentro de dos semanas tendré ya vacaciones!
* Seguir pensando placeres para añadir a la lista...