miércoles, 16 de diciembre de 2009

Homenaje al 27

Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.

Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquél fui, aquél fui, aquél he sido;
era la ignorancia mi sombra.

Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.

Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.

L. Cernuda

Recojo el testigo, en homenaje a la Generación del 27.

4 comentarios:

Joselu dijo...

Parece que Cernuda concita adhesiones mayoritarias en este homenaje que espero que vaya sumando poemas. Mi adolescencia fue muy oscura y pobre, pero tuvo tardes o mañanas en que el deseo alcanzó una dimensión muy cernudiana con las manos también tendidas al aire, en estaciones de tren en momentos de olvido. ¡Qué hermoso título ese de La realidad y el deseo! Tenía una antigua edición que hace más de veinticinco años regalé a una muchacha. Todavía la tiene y recuerda aquellas tardes en aquel hotel. Saludos desde el veintisiete, caperucita.

Toni Solano dijo...

Muchas gracias. Cernuda en el alma...

Lourdes Domenech dijo...

Es un poema precioso.

Cernuda en el deseo... en el alma... en el cielo.

caperucitazul dijo...

Joselu, Antonio, Lu: para mí, Cernuda es el gran poeta del 27. "La Realidad y el Deseo" es mi poemario del final de mi adolescencia, por eso le tengo tanto cariño. Este poema merece la pena sólo por el fantástico primer verso que además me trae buenos recuerdos de un poeta que me dedicaba versos encabezados con frases cernudianas jaja.
Besos ;)