martes, 23 de junio de 2009

Reflexiones de final de curso

El final del curso viene cargado de reflexiones acerca de nuestro trabajo, unas más esperanzadoras, otras más cercanas al desánimo y la apatía. Entre estas últimas se encuentra, una vez más, la constatación de que a las autoridades educativas la enseñanza les importa una mierda y las estadísticas valen su peso en oro (¿Por qué no podemos calificar como "No presentado" a un alumno que no ha hecho ningún examen? ¿Por qué no puedo poner un cero a aquellos alumnos que me han entregado todos los exámenes en blanco?).
Luego está el tema de los suspensos. ¿Para qué sirve suspender? A veces es un castigo por la gandulería y el morro echado al curso (y bien merecido ) pero otras, el suspenso se convierte, simplemente, en un toque de advertencia, en un aviso de: "Necesitas reforzar esta parte, no la dejes atrás o el año que viene te costará". Más que un suspenso, podríamos considerarlo un aprobado con condiciones. Este es el caso de tres de mis alumnas: muy trabajadoras y responsables pero que no han subido del 2 en sintaxis. En este caso, el suspenso es mi arma para pedirles que este verano refuercen este apartado, y el premio a su trabajo es llevarles a septiembre sólo con esta parte de la asignatura. Pero luego me pregunto: ¿seré capaz de suspenderlas en septiembre si no aprueban esta parte? Sinceramente, creo que no. Es un suspenso falso entonces, pero que puede dar resultados satisfactorios.
Y entonces viene el tema de la sintaxis: ¿es tan necesario dominar esta parte para aprobar el curso? Teniendo en cuenta cómo está montado el currículo, sí. Si pasas a 4º de la ESO, debes dominar la oración simple o te estrellas cuando comiences las compuestas.
Luego vienen los que dicen que la sintaxis no sirve para nada y que nuestra asignatura se debe centrar en el aspecto comunicativo y en la lectura, comprensión y expresión. Es un tema difícil de abordar. Creo que la sintaxis sí sirve para algo: sirve para moldear nuestra mente a través de la lógica y el conomiento abstracto. Claro que un alumno nunca va a comprender esto y yo sólo lo he comprendido cuando, tras años de universidad y hábito lector, me doy cuenta de que comprender la sintaxis me hizo entender mejor lo que leía. Y a mí me enseñaron la sintaxis con el método antiguo de análisis puro y duro, nada de enfoque comunicativo de la misma. Pero es un esfuerzo cuyos resultados se ven a largo plazo. Aun así, creo que no se deben descartar las nuevas teorías y los profesores necesitamos esforzarnos en conjugar el análisis árido de las oraciones con la finalidad comunicativa del lenguaje, aunque todavía me pregunto: ¿de qué modo?
Y claro, luego vienen aquellos que dan a la sintaxis un papel por encima de cualquier otro aspecto de la asignatura, literatura incluida. Gran error: son dos partes cuyo aprobado es indispensable para pasar de curso.
Pero volviendo al tema de los suspensos: ¿de qué sirve suspender como castigo o como toque de atención si nuestro sistema educativo está diseñado para que todo el mundo apruebe? Y eso los alumnos lo intuyen.
A veces se nos olvida que una de las mayores enseñanzas que podemos ofrecerles a nuestros jóvenes es escuchar un NO con mayúsculas. De los "NO" se aprende y se madura. Y NO es culpa de ellos que no sepan asumirlo y se frustren; la sociedad les ha hecho así. Y la sociedad -y el sistema- les va a dar un duro golpe cuando salgan a un mundo real paralizado por el colapso del sistema y la desaparición de la clase media.

En fin, ¿alguien tiene uan solución o seguimos dándoles vueltas a los mismos problemas de siempre?

6 comentarios:

Toni Solano dijo...

Para mí la solución pasa por desarrollar currículos en los que predomine el aprendizaje por competencias (por favor, sin entrar en la teoría pedagógica que las sustenta), pues entonces enseñaremos procesos, modelos de aprendizaje que puedan ser útiles fuera de clase. Por poner un ejemplo, no tiene sentido que suspenda a alguien por la sintaxis, si sé que su razonamiento lógico no le impide aprender sintaxis en cualquier otro momento de su vida (y eso se sabe viendo cómo contestan en clase, o viendo qué preguntan).
Hay que enseñar sintaxis, pero de igual modo que no suspendemos a alguien por no saberse la épica o las características del castellano medieval tampoco deberíamos suspenderlo por confundir un CD con un Atributo. Eso creo.
Perdón por el rollo y feliz fin de curso.

Yolanda dijo...

Todavía recuerdo los múltiples "aprobados terapéuticos" que di en 2ª Etapa y los que aún doy, pero menos, porque Primaria es muy diferente. La evaluación es el eterno tema pendiente, cada uno la entiende de una manera, los centros se la toman de otra y los padres y alumnos para qué te cuento, y si no están conformes recurren a la autoridad competente, que suele darles la razón. Si supendes mucho te piden explicaciones, pero no en el caso contrario. Totalmente ilógico. Es "políticamente correcto" aprobar a muchos, sin cuestionarse los métodos o los contenidos evaluados.
¿Es importante la sintaxis? Claro que sí. A los alumnos les cuesta no sólo analizar textos, sino fabricar los propios de modo coherente. Otra cosa es cómo puede repercutir eso en la dichosa nota. Reflexiones típicas de final de curso, cuando damos vueltas y más vueltas a las calificaciones, teniendo en cuenta todas las variables que influyen en el rendimiento, que no son pocas.
Feliz fin de curso (feliz por eso, porque termina).

elquebusca dijo...

En esta última etapa del curso siempre me desanimo y pienso que todo lo hago mal. Me pasa todos los años. También me propongo enmendarme y hacerlo mejor al curso siguiente pero luego siempre se repite, de nuevo, el desánimo al final.

Juliiiii dijo...

Para no terminar con un regusto amargo, lo mejor es olvidar las estadísticas y los estamentos que están por encima de nosotros y que nos enmarronan la existencia con su nulo interés por lo que sucede en el aula: ¿que lo importante es poner unos para que los niños no se depriman? Pues se les pone y punto, que no dejan de ser suspensos. ¿Que quieren estadísticas? Pues se las hacemos y de todos los colores.

Últimamente no sé si mi nivel de exigencia ha bajado, pero suele coincidir que quienes trabajan de forma regular durante el curso, aprueban, por más (sobre todo en 1º) que sean niños que en los exámenes no te sacan un 5 ni a tiros. Ese aprobado "condicionado" del que hablas también lo he usado con algunos y veremos qué resultado da.

En cuanto a la sintaxis, forma parte del temario y como tal lo pido, pero sin priorizarlo respecto a la literatura o a los otros temas de comunicación. Es lo más sencillo de impartir, por otra parte, simplemente es saberse bien unos cuantos conceptos y aplicarlos. Pararse a explicar por qué es importante nuestra asignatura no da para mucho debate (con los alumnos) así que yo me suelo conformar con algo simple: si no apruebas lengua, no titulas.

Miguel dijo...

Evaluar es un proceso delicadísimo. No éstamos en una gestoría donde dos y dos son cuatro. Tenemos un ser humano delante de nosotros con múltiples características (y diferente a todos los demás) y con todos 8incluídas las notas, claro) hemos de evaluarlo, emitir un juicio. Y esto es tan personal, que a veces, precisamente por ser personas (imperfectas) no sabemos si hemos sido correctos al evaluar.

Un saludo.

Anónimo dijo...

"Claro que un alumno nunca va a comprender esto y yo sólo lo he comprendido cuando, tras años de universidad y hábito lector, me doy cuenta de que comprender la sintaxis me hizo entender mejor lo que leía"
Ayyyy...si alguien me hubiera dicho esto alguna vez, quizá me hubiera esforzado más en comprenderla... yo era de las que decía que no servía absolutamente para nada... por suerte, mis profesores, como tu, tuvieron en cuenta que el resto de la asignatura no se me daba mal del todo y me aprobaron año tras año... jeje

Conclusión: Buen argumento, úsalo!

(Ana Matas)